Y para muchos es el mejor, sobretodo por la guitarra fabulosa de Alejandro Marcovich, quien aquí tuvo todo para demostrar su potencial tan único. Es el comienzo del fin de una de las bandas más importantes de Latinoamérica, pues se trata del último trabajo de los de Ciudad de México con su formación original, sin contar el MTV Unplugged que vendría poco después.
“El nervio del volcán”, hasta el título del disco es atrapante. Un trabajo de antología considerado como uno de los discos de rock más influyentes para la escena de esta parte del mundo. Fue nutrido de canciones sencillamente hermosas como “Afuera”, “Aviéntame” y “Ayer me dijo en vano”, las que junto a otros ocho temas entregan cerca de 48 minutos de la música del más alto nivel.
Pero no solo hay que dejarse llevar por el tinte rítmico del álbum, sino que también hay que ponerle mucha atención a las letras compuestas por Saúl Hernández, que son poesía en estado puro.