La genial agrupación banda mexicana acaba de lanzar el séptimo álbum de su carrera. Aquí se dejan entrever las influencias musicales con mayor peso en los integrantes de la banda, pues a ratos se torna muy psicodélico. También se aprecia un León Larregui mucho más “asqueado” con la sociedad, su estructura y la manipulación e idiotización que provocan las redes sociales. Sonidos de Karmática Resonancia llegó para remecer al rock latino y lo está logrando con creces.

El nuevo disco de Zoé, Sonidos de Karmática Resonancia, tiene de todo. A vista general rescata elementos históricos de la banda, como la fuerte presencia electrónica en la mayoría de sus canciones. La pulcritud, la fineza y la rigurosidad aparecen una vez más. Es que pareciera ser que León Larregui, Ángel Mosqueda, Sergio Acosta, Rodrigo Guardiola y Jesús Báez van mucho más allá de la música, pues cada canción, cada videoclip y cada acorde son obras distintas que congenian con una armonía inquebrantable.

Pero esto trabajo no fue “más de lo mismo”. En primer lugar porque Zoé arriesgó con una forma distinta de grabación y en esta oportunidad todos los músicos se reunieron y registraron el material simultáneamente, es decir no grabaron las pistas por separado. Otro cambio importante es que se desprendieron de su histórico productor Phil Vinall para someterse a los métodos de Craig Silvey.

En cuanto a lo sonoro, los integrantes de la banda quisieron dibujar en su séptimo disco los grandes maestros de sus respectivas vidas y, de alguna manera, aparecen guiños a leyendas como Pink Floyd, The Cure y, como no, Gustavo Cerati y Soda Stereo. Y eso se nota a leguas, pues en Sonidos de Karmática Resonancia, Zoé le da un papel mucho más fuerte a los punteos de guitarra eléctrica y a la distorsión de estos.

La estructura del álbum se divide en dos, las extraoficialmente denominadas “parte clara” y parte oscura”. En la primera aparecen canciones enfocadas al público juvenil como “Popular” y “Velur”, una linda canción que hace una crítica a la forma en que nos comunicamos hoy con frases que dicen cosas así: “Platicando con las manos, no se como hacer feliz”. Además en la sección clara se encuentran la mayoría de los temas que ya conocíamos de antes como “SKR”, “Karmadame” y “El Duelo”.

A mero gusto de Latamrock la “parte oscura” es la mejor. Aquí nos despegamos un poco de lo electro para sumergirnos en algo distinto y atrapante, aunque bastante más crítica con la sociedad. En “Canción de cuna para marte” critica la manipulación de los medios de comunicación , mientras que en “Fiebre” lanza potentes frases a los “mandamases” de la sociedad advirtiéndoles que “no nos volverán robots”.

La cuota espiritual también está presente en el tema “Tepoztlán”. Una bellísima melodía que se dedica a hablar de las preguntas sin respuesta que siempre nos invandes. ¿De dónde venimos todas las personas? ¿Por qué existe la muerte?, etc.

Lo increíble de Zoé es que Sonidos de Karmática Resonancia no tiene NADA QUE VER con Aztlán, su disco antecesor. Pero, de todas maneras, basta escuchar una palabra o un acorde para que nuestra mente diga inmediatamente: “Esto es Zoé”. Escucha esta gran obra de los mexicanos, porque de seguro será de las mejores del año. Si todavía no lo escuchaste puedes hacerlo aquí.

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