La celebración de los 20 años de El Kuelgue fue una auténtica fiesta que resonó a ambos lados de la cordillera. En nuestro país, la magia aterrizó en el Centro Cultural Matucana 100, cuya explanada recibió a cientos de almas que, a pesar de una noche particularmente fría, fueron parte de una velada inolvidable.
La jornada comenzó con Bocho, quien encendió el escenario a la espera de la entrada del grupo trasandino. Entre aplausos y cuerpos moviéndose al ritmo de la música, se gestaba un ambiente cálido que parecía desafiar la temperatura.
Pasadas las 22:30 horas, la espera terminó. El Kuelgue subió y desató la alegría entre los presentes con “Peluquita” y “Sinoca”, los dos temas que abren su último álbum Hola Precioso (2023). Una versión extendida de la canción homónima puso fin al primer bloque.
La banda se tomó un respiro y preparó el terreno hacia un momento más íntimo. Con un escenario casi vacío, Julián Kartún hizo una pausa emocional para introducir “Roma” —canción que le escribió a su gata—, y envolvió la noche con una atmósfera nostálgica. Inmediatamente, la siguió “El Paraíso de los Perros” en minutos donde las emociones se apoderaron del lugar.
La calma dio paso a los movimientos de los fanáticos cuando los primeros acordes de “Ir Derecho” invitaron nuevamente al baile. De ahí en más, la banda desplegó su versatilidad, recorriendo las dos décadas en las que han explorado diversos estilos musicales. A su vez, un siempre carismático Julián Kartún tejió un diálogo constante con el público, que presenció números teatrales con una cuota de humor que sacó risas en los presentes.
El momento más esperado de la noche llegó con “Carta Para No Llorar”, donde la cantautora chilena Rosario Alfonso hizo de segunda voz ante los espectadores que corearon cada palabra. Luego, “Díganselo”, “Parque Acuático” y “Circunvalación” permitieron que los asistentes alzaran sus teléfonos para capturar los temas que fueron cantados como auténticos himnos.
Sobre el final, el cover de Percy Filth “Show Me Your Monkey” desató la locura en Matucana 100, con Kartún instruyendo al público a “mostrar su mono” que culminó en una explosión de bailes, saltos y risas que mantuvieron la energía al máximo.
Tras un breve receso, la banda regresó con “Góndola” y puso el broche de oro con una épica versión extendida de “La Curva”, una de las más disfrutadas en un show que dejó más que contentos a los fanáticos.
Con cada nota, El Kuelgue supo llevar adelante un espectáculo en el que dejaron claro por qué se han ganado un espacio privilegiado en el corazón de su público, incluso trascendiendo fronteras. El aplauso final fue el reconocimiento a veinte años de creatividad, en un viaje musical por todos los éxitos de una banda que promete seguir deleitándonos por varias décadas más sobre el escenario.