El 3 de marzo del 2000 la ciudad de Mendoza fue testigo de un momento imborrable. El genio argentino, Charly García, se estaba hospedando en el Hotel Aconcagua, específicamente en la suite presidencial del noveno piso (es más, quien ocuparía esa habitación tras Charly era el Presidente de Argentina por aquellos años Fernando de la Rúa).
Una masa de periodistas que esperaba a las afueras del recinto para poder hablar con García, se sorprendió al ver que un sujeto volaba por las alturas hasta caer en la piscina. Aquel sujeto era Charly, quien lejos de quedar dañado se dedicó a responderle preguntas a la prensa mientras nadaba. Ningún rasguño, ningún dolor. Nada. ¿Cómo lo hizo? Nadie lo sabe.
Años después Charly reveló el motivo que lo llevó a realizar esa locura. Confesó que lo buscaba la policía y que esta no se cansaba de golpear su puerta para que saliera. Así que, como método de escape, no encontró nada mejor que hacer un clavado inhumano. Revive este momentazo a continuación.
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