Ayer, 16 de julio, Chancho en Piedra hizo remecer el Movistar Arena. Razones para ello no faltaban, ya que más temprano este mismo año la banda anunció un receso indefinido tras 30 años de actividad ininterrumpida. En ese dulce amargor de la despedida, Chancho retribuyó con un concierto de más de cuatro horas de duración que pasó por hits recientes como “Bola de Fuego” y clásicos de la cultura chilena como “El Impostor”.

Ya el día miércoles la agrupación había dado destellos de lo que se vendría para el hasta luego definitivo. Para el cierre oficial del día domingo, nuevamente salieron acompañados de pianista, percusionista y una sección de bronces. El conjunto marrano abrió con “Hacia el Ovusol”, clásico asentado de La Dieta del Lagarto. De ahí en adelante, sólo jolgorio se desató en la cancha del Movistar: el Gran Circo de los Hermanos Chancho en Piedra ya estaba desatado sobre el escenario.

Sobre el show, uno de los asistentes a la velada en entrevista con Latamrock destacó “un montaje que yo nunca he visto en ningún otro show, hubo partes donde parecía una obra de teatro”. La impronta circense está en la sangre de los Chancho y era inevitable que se reforzara para una jornada tan importante como la de ayer. “Fue la manera perfecta de definir cómo englobas la esencia e historia de Chancho en Piedra”, agregó. Pero como no todo es 100% perfecto, finalizó diciendo lo que muchos pensaban: “faltó el K-V-Zón, Pablo Ilabaca. Todos queríamos que estuviera y fue como una herida en el corazón”.

Si bien faltaron temas icónicos como “Almacén” y “Dejando libre el amor”, el setlist contuvo alrededor de 52 temas, yendo desde lo más icónico con “La vida del oso” a lo más rebuscado en “Oshcokota”. Hasta “Patá en la raja” hizo su aparición, orgullosa. También se sumaron covers de todo tipo, abarcando Los Caporales, Foxy y Congreso. Como guinda de la torta, guiños a “Black Dog” de Led Zepellin e incluso “Gangnam Style” de PSY.

A todas luces fue una jornada que superó las expectativas. La noche mezcló todo lo que esta legendaria banda ofrece: energía, comedia, teatro y por sobre todas las cosas, proeza musical. Chancho en Piedra se despide dejando una huella imborrable en la historia chilena, pero que no cunda el pánico: no es un adiós, sino un hasta luego.

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