El último disco del otrora líder de Pxndx marca un momento cúlmine en su carrera como solista. El mexicano publicó a mediados del año pasado la cuarta estación en este camino que inició en 2016.

José Madero publicó Carmesí el 29 de abril de 2016. Era la primera entrega del de Monterrey fuera de Pxndx y de inmediato se desmarcó del sonido de la banda para impregnar un sello distinto que encantó a la gente con canciones como “Plural siendo singular”, “Lunes 28”, “Literatura rusa” y el excelente “Puerto partida (soy un cobarde)”.

Un año después llegó “Noche”, para muchos el álbum más intrascendente. El sencillo debut, “Noche de brujas”, no tuvo la recepción que el artista esperaba, aunque de igual manera logró ingeniárselas con esas canciones que solo Pepe sabe entregar, como “Noche de baile” que, además, cuenta con un videoclip notable, en el cual se entierra a si mismo. ¿Escondía algo detrás aquella escena? José dice que no, pero los fans han planteado teorías. La que tomó más fuerza es que Pepe sepultaba al líder de Pxndx para renacer como solista.

2018 y llegaba “Alba”. No tuvo promoción y solo se lanzó en plataformas digitales. Puede que sea el menos exitoso, pero no por eso poco novedoso. Con un formato acústico y cargado de nostalgia, Pepe revivió su infancia y tocó temas íntimos como en “Los de septiembre”, en donde relata cómo afrontó la separación de sus padres junto a su hermano. En el grueso de esa entrega Madero manifiesta reiteradamente el fuerte temor que le tiene a la edad y al avance de los años.

6 de septiembre del 2019 y José Madero lanza el hasta ahora su mejor disco “Psalmos”. Y bien puede ser el mejor incluso considerando la época de Pxndx. Tiene varias cosas especiales. En primer lugar, se animó a realizar una colaboración. Quizás más por ganas de la disquera que de él, el resultado fue “Codependientes”, un sencillo pegajoso cargado de desamor.

El mismo cantante confesó que este es disco más personal. Tiene canciones desgarradoras como “Lamentable”, que tiene al suicidio como eje central. Luego está “Padre nuestro”, una explosión de rabia para “encarar” a Dios. Aparece también “SSDD” (same shit, diferent day) y “Chambelan”, en el cual Pepe manifesta que “su momento no es hoy”.

Para plasmar “Psalmos” José Madero agarró sus maletas para instalarse en Maine, Estados Unidos, tal como lo hizo para componer el “Poetics” de Pxndx. Lo increíble es que en un comienzo el disco iba a estar dedicado únicamente a la figura de Peter Pan, que es “mucho más oscura de lo que conocemos”. Sin embargo (¿afortunadamente?) se arrepintió y se abrió a soltar experiencias personales.

Para desgracia de la fanaticada, el coronavirus ha impedido la gira de Psalmos, aunque Pepe complació a la gente cantándolo en un Instagram Live, como también lo hizo con los anteriores.

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