Cuando a uno le hablan de rock clásico, ese que empezó a constituirse y asentarse por los años ’60s y ’70s en medio de la psicodelia y el movimiento hippie, difícilmente se imagina una banda chilena. Saltan a la mente los primeros rockstars que tomaron el rock and roll y lo llevaron en una dirección más experimental y creativa, como Jimi Hendrix, Janis Joplin o incluso los Beatles. Pero el disco de hoy viene a confirmar que -a pesar de la lejanía geográfica que el país sudamericano tiene respecto a la cuna del rock- ya habían grupos de jóvenes dispuestos a romper todos los esquemas de la época. Esos jóvenes, en Chile, se llamaban Aguaturbia.

En esta oportunidad reseñamos el álbum Volumen 2 de la agrupación, lanzado en 1970, con Denise Corales en la voz, su pareja Carlos Corales en la guitarra, Willy Cavada en la batería y Ricardo Briones en el bajo. Un disco de más de 50 años y que en la época causó revuelo por sus imágenes blasfemas y básicamente por mostrar a hombres con el pelo largo. Pero en vez de detenernos en tales nimiedades, procedamos a analizar lo que nos convoca: la música.

Psicodelia pesada y blues, la receta de Aguaturbia

Volumen 2 empieza con una versión del clásico de Ray Charles «I Wonder Who», llevándola en la dirección del heavy psych. Generosos efectos de audio tanto en las vocales como en la guitarra recuerdan a las bandas precursoras del rock psicodélico como Blue Cheer y Grateful Dead.

La banda continúa con otra versión de un tema clásico, esta vez «Heartbreaker» de Grand Funk Railroad. Aguaturbia logra una versión más envolvente de la composición, con un sonido bastante más crudo y que evidentemente tensiona hacia el blues. Es el tipo de canción que calzaría perfectamente en la banda sonora de una película de Tarantino, por su cualidad emotiva y ese sonido retro que gusta bastante en la actualidad.

«Blues on the West Side» se inspira en la composición de aproximadamente el mismo nombre donde toca el legendario guitarrista Michael Bloomfield. Un blues lento que satisface por su paso aletargado, sin dejar de lado la capacidad de entregar un sonido que pesa sobre los hombros. Le sumamos unas seductoras vocales por parte de Denise y resulta un blues sólido y muy grato al oído. «Waterfall» continúa en la tónica del blues pero con un agregado psicodélico, un coro hipnótico y repetitivo que seguramente se alojará en tu cabeza.

Con una slide guitar pesadísima, «Well All Right» abre la puerta para poder postular a Aguaturbia como uno de los precursores del stoner rock chileno. Una obra que se destaca por su impronta psicodélica y quizá un tanto desordenada, pero con una firmeza que a veces faltaba en muchos discos de rock de la época. Muy representativa del heavy psych.

¿Viajeros del tiempo, o sólo vanguardistas?

Versionando al gran Elvis Presley, «Jailhouse Rock» tiene que ser la canción de este disco en la que no me muestre tan entusiasmado. En esta ocasión, las vocales de Denise parecen un tanto exageradas y no alcanzan a acomodarse dentro de la pieza.

La próxima composición, «E.V.O.L.», es el tipo de canción que podría haber sido lanzada por Black Sabbath. La anterior frase es aún más impactante si se piensa que la legendaria banda inglesa que es tan representativa del sonido que caracteriza a «E.V.O.L.» estaba recién sacando su primer disco cuando Volumen 2 salió a los mercados. Me gusta pensar que esta composición es una pequeña probada de lo que podría haber salido de una colaboración entre aquellos precursores del heavy metal y Janis Joplin, pero esto es completamente otra cosa: es rock chileno. Una pieza que demuestra lo adelantada -o actualizada- que estaba esta banda respecto a los sonidos de la época.

«Aguaturbia» es la única composición en español de todo el álbum. Además, se aparta del demás listado de canciones por acercarse más a la nueva canción chilena y al folclor. Si en las anteriores canciones la vocalista Denise Corales da aires de Janis Joplin o Billie Holliday, en esta canción parece encarnar a Violeta Parra. En un dueto con Carlos Corales, la letra ilustra la discriminación normalizada de la época: “Hijo ilustre de esta tierra – Forjador de esta nación – Cuando me veas por la calle trátame de maricón – No sea que yo con mi facha vaya a enlodar tu galardón”.

Una pareja para quedar en la historia musical

Volumen 2 es evidencia de la extraordinaria capacidad que tuvieron un puñado de jóvenes para inspirarse de música oriunda de remotos lugares en una época donde no existía la hiperconectividad. Una joya musical que comprueba que si un grupo de personas es lo suficientemente determinado, pueden hacer cosas tremendas, a pesar de tener que remar en contra de toda una sociedad conservadora. Aguaturbia no estuvo exento de polémicas en Chile, fueron tildados de inmorales y de sucios, pero siguieron adelante sabiendo que lo que hacían no era solamente novedoso, sino que histórico. Una banda psicodélica liderada por una mujer era la peor pesadilla de los medios conservadores.

Adelantamos al día de hoy y Aguaturbia se mantiene activo al alero de Denise y Carlos, la pareja que fundó esta banda. Estos extraordinarios individuos supieron romper esquemas y adelantarse de sobremanera a su época, dejándonos en Volumen 2 uno de los discos más memorables del rock chileno. La banda se mantiene activa y puedes escuchar todo su material en Spotify. Esta reseña también va en memoria de Willy Cavada, baterista original de la banda que falleció el 2013.

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